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Cómo ser productivo en casa o en la oficina

Seis trucos y consejos para gestionar la nueva normalidad

El proceso de adaptación a vivir en la nueva normalidad nos brinda la oportunidad de replantearnos nuestro trabajo y nuestra productividad. Algunos estarán ya impacientes por abandonar la mesa de la cocina y volver al escritorio de la oficina, mientras que otros se decantarán por un estilo de vida nómada digital. Sea cual sea su elección, le daremos seis consejos que le ayudarán a que su nueva vida laboral no sea solo normal, sino incluso mejor.

1. Administre su productividad


Debemos entrenar el cerebro no para que aprenda a trabajar durante un periodo más prolongado, sino para hacerlo de manera más inteligente y manteniendo la concentración. Parece ser que trabajar en una serie de ráfagas es la mejor manera de lograr los objetivos marcados. Diversos estudios también apoyan este método: no hay que pensar que se dispone de todo el tiempo del mundo, para así generar una sensación de urgencia que hace que el cerebro se vuelva realmente productivo en el tiempo del que disponemos. Ponga un temporizador para trabajar durante intervalos de 25 a 45 minutos seguidos por descansos de 5 a 10 minutos, durante los cuales deberá dejar de lado lo que estaba haciendo, y dedicarse a algo relajante o creativo, por ejemplo, la papiroflexia. El hecho de saber que se acerca el momento de hacer una pausa probablemente hará que permanezca concentrado y trabaje con determinación.

2. Haga una pausa


Por paradójico que pueda parecer, para hacer su trabajo es necesario que realice pausas. El tiempo dedicado a recargar el cerebro nos ayuda a retener información y aumentar la creatividad. Hay algunas actividades que han demostrado su eficacia para estimular la productividad.
Pasee. Nuestro cuerpo no está hecho para estar sentado ocho horas al día. Aunque simplemente dé un corto paseo alrededor de la oficina, el flujo sanguíneo al cerebro aumentará, con lo cual mejorará su concentración mental y podrá volver al trabajo con fuerzas renovadas.
Sea creativo. Aleje la mente de la tarea que tenga entre manos para dedicarse a algo creativo; por ejemplo, coja papel y bolígrafo para realizar escritura libre o sencillamente a garabatear. El hecho de permitir que su mente se concentre en algo creativo puede ayudarle a dar con ideas innovadoras y a encontrar soluciones cuando vuelva al trabajo.
No haga nada. Aunque existan numerosos trucos y consejos, quizás la opción más radical sea simplemente no hacer nada. Una de las maneras más eficaces de relajar el cerebro es con una breve sesión de meditación.

3. Explore lo desconocido


A veces, cuando estamos atascados, es posible que nos encontremos demasiado «cerca» del problema. Un estudio reciente ha demostrado que pensar en conceptos abstractos o en objetos grandes y distantes ayuda al cerebro a ver la cuestión en su conjunto. Así pues, ¿por qué no prueba a viajar por el espacio sin moverse de su escritorio? Cierre los ojos y deje volar su mente hacia lo desconocido: piense en planetas y estrellas, o en las vastas distancias intergalácticas que los separan, para reactivar su cerebro.

4. Mire más allá de su escritorio


Más allá de su mesa le esperan muchos detalles, belleza e inspiración. Sumérjase en la creatividad de otras personas para despertar la suya propia. Durante la hora del almuerzo, puede visitar una galería local, pasear por el barrio admirando el arte y el diseño urbanos, o ponerse unos auriculares para perderse en la música. Conectar con el arte es tanto un placer como una fuente de inspiración que puede revitalizar su mente y ayudarle a encontrar soluciones creativas.

5. Cuide su entorno social


Una red social sólida es una de las condiciones fundamentales para nuestro éxito personal y profesional. A pesar de las distancias sociales impuestas por la nueva normalidad, las interacciones con otras personas tienen una gran influencia en nuestra felicidad y, por consiguiente, en nuestra creatividad y productividad. Charle con un compañero en la cocina de la oficina o realice una videollamada, sea amable con un desconocido en una cafetería o pregunte a su vecino qué tal le ha ido el día. Quizás un comentario, opinión o sonrisa de alguien sea lo que necesita para ponerse en el buen camino.

6. Defina su tiempo y su espacio


Estos últimos meses nos han demostrado que no es necesario que nos encontremos en ningún lugar concreto para alcanzar nuestros objetivos profesionales. Sin embargo, para evitar que «trabajar en casa» se convierta en «vivir en la oficina», debe recordar que el trabajo es algo que hacemos, no un lugar al que vamos. Por este motivo, la respuesta a ese nuevo -y mejor- planteamiento de la actividad laboral puede estar en ser flexible, definir el horario de trabajo y dar prioridad a la felicidad.

Con la nueva normalidad, se nos presenta una ocasión para crear un mundo en el que la vida profesional y la vida personal no entren en contradicción, sino que se enriquezcan mutuamente y nos permitan demostrar todo nuestro potencial. Porque, al fin y al cabo, lo que nos mueve es lo que nos define.

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