Aunque Montblanc tiene un nombre alpino, la sede y el lugar de origen están sorprendentemente lejos de las montañas: somos una empresa hanseática original, domiciliada en Hamburgo desde 1906. La firma se fundó cuando Silicon Valley era solo un valle y Hamburgo era el sitio de moda. Tenía un puerto que permitía llegar a todo el mundo.


Al igual que Montblanc, Hamburgo respeta mucho las tradiciones, se ha adaptado a la globalización y busca siempre la excelencia. En esta ciudad, el espíritu hanseático perdura en un entorno liberal y cosmopolita. Aquí, lo extraordinario es lo normal: desde la mejor acústica en una sala de conciertos en el mundo (Filarmónica de Elba o Elphi) hasta la mayor cantidad de puentes en Europa (2500) y dos equipos populares de fútbol (HSV y St. Pauli). Es fácil disfrutar de la naturaleza en los parques con vegetación frondosa, el puerto y el río Alster. Por ello, Hamburgo se encuentra entre las 10 mejores ciudades del mundo para vivir (según un estudio de 2016 de la consultora Economist Intelligence Unit).

Nuestra sede en Hamburgo acoge a una tercera parte de la plantilla mundial. Hasta 1989, estábamos en el barrio del Schanze. Ese año, nos arriesgamos a cambiarnos desde el centro de la ciudad, lo que también confirmó nuestro compromiso con la ciudad y nuestra historia. Aunque ya no estábamos en el centro urbano, teníamos espacio y libertad para hacer realidad visiones e ideas nuevas. En 2022, inauguramos la Montblanc Haus, la última incorporación a nuestro complejo. Aquí invitamos a empleados y visitantes a profundizar en nuestro enfoque del arte de la escritura y los artículos de lujo.