Dedicada al mundo de la exploración de la montaña, la última incorporación a la colección 1858 adopta el color azul para rendir homenaje a uno de los retos más extremos a los que puede enfrentarse un explorador: el hielo del Ártico y de los glaciares. Inspirados en los precisos y robustos relojes militares de bolsillo producidos por Minerva en los años veinte y treinta del siglo pasado, los nuevos relojes 1858 de Montblanc resisten condiciones meteorológicas extremas y, al mismo tiempo, pueden lucirse perfectamente tanto en la cima de una montaña como en una sala de juntas.

El nuevo 1858 Geosphere de Montblanc incluye una complicación de dos globos abombados, que realizan una rotación completa en 24 horas, y tiene una nueva esfera azul con bisel bidireccional de acero y cerámica. La correa es de piel de becerro azul o de titanio. La línea se completa con el deliciosamente retro 1858 automático y el nuevo y espectacular cronógrafo 1858 con ratrapante. Este reloj es una edición limitada de solo 100 unidades e incorpora la compleja complicación de ratrapante. El reverso de la caja es transparente, para poder apreciar su corazón, mientras que el motivo circular tradicional y las franjas «Côtes de Genève» perpetúan los códigos de diseño de larga tradición de la manufactura.

Ya sea al pie de la montaña o en la cima, en un bosque o en un glaciar, la colección 1858 festeja el espíritu de la exploración e invita a volver a la naturaleza para enfocar la vida desde otra perspectiva.

Hoy, las esferas incluyen fuertes contrastes de color con números árabes luminiscentes vintage, una pista de los minutos estilo «ferrocarril» y el logotipo original de Montblanc de los años 30 con su histórica fuente y el emblema del Mont Blanc. La colección encuentra armonía en la naturaleza, dirigiéndose a aquellos que se expresan a su manera, auténticos en su modo de vida y destinados a alcanzar nuevas cotas.